La dignidad de
la celebración, cuidadísima en los cantos, en los símbolos y ofrendas, en la
preparación para escuchar la palabra de Dios, en el respeto admirable tan lleno
de unción por la santa Eucaristía, hizo que todos nos conmoviésemos
profundamente. El señor Obispo la diócesis de N’Dalí, a la que pertenece
Bembereké (hoy día la parroquia más grande, con más de 2.500 km2 y 60.000
fieles que atender), Mons. Martin Adjou me invitó a presidir la Santa Misa. La celebramos
en francés, pero hubo intervenciones en varios idiomas más: inglés, español, y
las lenguas locales como el fulfule y el batonum. La homilía fue traducida al
francés y a estas dos lenguas propias del lugar. Ha habido momento para la
acción de gracias, para el recuerdo memorial y también para el compromiso firme
con esta Iglesia particular hermana.
La homilía pronunciada durante la Misa por mons. Sanz puede verse aquí
Nos unimos desde aquí a vuestra acción de gracias al Padre, por tanto entregado y más aún recibido durante estos 25 años de presencia en Benín. Este compartir de estos días, debe animarnos, como nos invita en su homilía, a agrandar el corazón de la Diócesis, a salir del empobrecimiento y la apatía que a veces no nos dejan crecer como Iglesia. Gracias. Patricia. Parroquia de San José. Gijón
ResponderEliminarMe alegra que se supere la "pastoral de recortes".
ResponderEliminarAsí la cosa comenzó en Galilea: ¡"EUNTES"!
Macedonio